domingo, 11 de abril de 2010

Palabras implícitas

Quisiera poder verter en este trozo de papel todo lo oscuro y nostálgico de mi alma; colocar con puntos y comas mis derrotas, mis pasiones, mis amores y deseos más profundos. Quiero decirte a ti que no sé qué le sucede a esta loca, maniática, idealista y políglota cuando le preguntas: ¿por qué te vas? Te odio y me odio, te odio por recordarme el momento preciso en que dejé de existir, y me odio por seguir suspendida en él. Debería estar llorando y en lugar de hacerlo, me río. Risas, risas, risas que llevan implícitas lágrimas sonoras y estridentes, risas. Risas amargas, obscenas, muertas. Perdona a este corazón envuelto en problemas y latidos pasados, perdona por haberte sumergido tanto en un presente sin futuro. ¡Carajo! cada segundo que pasa me hundo más en un pensamiento que no reconozco, me estoy ahogando en el cristal de mis lentes. Quisiera despojarme de todo, arrancarme y quemar cada oración que tenga una conjugación en tiempo pasado; quisiera entenderme, quisiera encontrarte, quisiera simplemente dedicarme a mi música, a mis libros, a mi vida.

[¿Te das cuenta?, te estoy ocultando, te estoy protegiendo, te estoy negando, te... estoy sintiendo (et tous les jours je pense a toi)].
  • Por cierto, no lo logré, todo sigue dentro de mí.

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