lunes, 14 de julio de 2014

Recurso catártico

Me dijeron por ahí que podía darle un cierto uso de diario a mi blog. No sé si tengo muchas ganas de exponer lo que pienso. Es decir, dudo que esto sea visto por más personas de las que ven mi verdadero diario, pero aun así, esto es más barato que ir al psicólogo. 
Me han pedido que escriba, que haga algo como recurso catártico a la infinidad de sentimientos que llevo dentro de unos días a la fecha. No he escrito. Ni siquiera recuerdo la última vez que lo hice.
No, la vida no es fácil. Mi vida no es tan difícil si la comparo con personas más jodidas que yo, pero supongo que tampoco se trata de pasarse comparando con la gente que está peor que uno, de hecho, no sé por qué nos comparamos. 
(No leas más, te lo advierto, te vas a aburrir).
¿Qué es la vida, y qué es de mí? Honestamente no tengo respuesta a ninguna de las dos preguntas. A veces creemos que las personas que amamos son eternas, que nunca les va a pasar nada, hasta que la fragilidad de la vida te sorprende. Lamento escribir en desorden, pero esto es más bien una escritura automática, escribo tal como pienso. Sí, así es mi mente, un montón de ideas saltando, a veces tan rápido que no sé qué decir. 
Mi nombre es Everth, no, no es apodo, ése es mi nombre. Aunque, me puedes llamar como quieras, Everth, Arantxa, Gazú, Dama Oval, no importa, el nombre no importa. Soy, sólo soy. ¿Quién? No tengo idea. Justo en este momento, no sé ni quién soy, ni a dónde voy. Perdida, sí. Supongo que hace unos años era una gran promesa, ahora una simple decepción (al menos eso me hace sentir mi padre, con el cual por cierto y obvias razones no me llevo).  No es que tenga 50 años y sea una buena para nada, es sólo que no soy lo que otros esperaban de mí. 
Estoy escuchando una cursi canción de amor, de ésas que hace mucho no escuchaba. No es que esté enamorada, nunca lo he estado, no sé qué es eso. ¿Que por qué la escucho? Tampoco lo sé, tal vez porque extrañamente te hacen no pensar. ¿Qué sería de nosotros sin la cultura pop?, ésa que te dice qué pensar, qué sentir y peor aun, cómo sentir. 
A estas alturas, el amor no es una prioridad en mi vida. Incluso, empiezo a pensar que soy asexual, no me interesan ni los hombres, ni las mujeres, ni las quimeras (A mis experiencias me remito). ¿Qué rayos soy?
La vida cambia en un pequeño momento y lo que no dijiste cuando pudiste haberlo dicho, ya nunca lo harás. Es increíble cómo desperdiciamos el tiempo, nuevamente por pensar que somos eternos y así la vida se convierte en recuerdos que no volverán.
Por lo visto, si releo esto lo único que tengo son un sinfín de preguntas sin respuestas.