sábado, 28 de julio de 2012

De cuentos, almas y deseos


Te quiero de forma inconclusa,
de una forma no dinámica,
detenida con el sutil estruendo
de nuestros labios. 

De la locura soy,
a la locura pertenezco
y entre las alas de la lluvia
te tejí un cuento.

En él no hacían falta nombres,
sólo se necesitaban hechos
y dos cuerpos unidos
por la magia del deseo.

No culpemos al destino,
ni a las falsas palabras;
que son nuestras almas
las que nos han metido en esto.

Y mira bien,
que si en algo nos equivocamos
fue de cuerpos,
nuestros ojos han sido los mismos
aunque no los recordemos.

No juzguemos los instantes,
ni dudemos del tiempo
que de prisa y pasado
se llena la memoria
de los presos.

Es momento de aceptar
que en esta vida
nuestra unión es sólo un sueño,
y si bien "la vida es sueño",
nuestro encuentro despertó. 

Robemos al milagro
nuestros últimos intentos
y guardemos para siempre
los recuerdos y el deseo.