viernes, 10 de diciembre de 2010

Stella meus ibidem

Necesitaba escribir, en verdad me urgía un recurso catártico; poder desgarrar en papel todas aquellas palabras que mi piel se aferra a sentir. Tantos y tantos hechos que puedo [quiero] condensar con unas cuantas líneas. Esto es increíble, ¿cómo pretendo inspirarme a escribir sobre un hecho tan importante que intento convertir en polvo, cuando sigue siendo tierra húmeda? Quiroga pedía esperar a que el sentimiento se asentara, pero nunca especificó el tiempo, es decir, ¿y si cuando se logre asentar sea porque ya no lo recuerde?, si es así, ya no podré escribir sobre él y entonces, no tendré constancia de ese momento.
Escucho una de mis bandas favoritas Radiohead, jamás, jamás había llorado con creep, ¿qué demonios me pasa?, ¡es creep! "you´re so fuckin special". Sí, eres tan especial, y al mismo tiempo cuando estoy junto a ti me pregunto: "What the hell am I doing here?, I don´t belong here"; e incluso sabiéndolo, continúo ahí, justo en el espacio vacío que tu necesidad me ha dejado, para abrazar al viento que acaricia tu cabello. "I want you to notice, when Im not around".
Seguramente serás y seguirás siendo mi eterna perversión ilustrada, seguramente pasarás a ser en mi historia un personaje principal, seguramente intente quemarte con ese fuego ingrávido y solferino que algunos llaman soledad, seguramente en dos días olvido todo y te vuelvo a besar.
Me deshago, me desmorono, lloro, río, por ratos te odio, por ratos te extraño, porque al odiarte te estoy recordando y al recordarte, te extraño. Todo se ha convertido en un círculo vicioso desde que te conocí, tú te has vuelto un vicio para mí. Eres agua, te bebo como agua, capaz de calmar mi sed, pero sin ningún sabor.
Niégame, niega cómo tomé tu alma al atardecer mientras tú te llevabas lo mejor de mí, niega que "te gusto cuando callo porque estoy como ausente", niega que "si yo, tú. Si tú, yo también", niega que "te puedo escribir los versos más tristes esta noche", niega que soñaste con un nosotros, niega que dijiste: te quiero. Si lo logras, por favor, hazme un último regalo y dame la fórmula para que al igual que tú, pueda lograrlo.
Ingenuamente quise ocultarme la locura infinita que era el creer en ti, quise escribir tu nombre en la oscuridad, quise recorrer tu ser y no sólo tu piel, quise vivir dentro de tu hostilidad, de tu frustración, de tu pasado, de tu ayer; y es así, como me olvidé de lo que yo quería, y sobre todo, de impregnarme en el aroma del amanecer.
"Si yo, tú./Si tú, yo./Sin ti, nada./Sin mí, si quieres, prueba".

Por cierto...
Stella meus ibidem.