viernes, 29 de agosto de 2014

Dos opciones

Cuántas cosas puede hacer la música. Siempre he dicho que ella es mi mejor psicólogo. En todo momento encuentro la canción perfecta para salir de la depresión, tristeza o todo lo contrario, para hundirme más (todos tenemos un lado masoquista).  Justo ahora escucho a Ana Gabriel, lo sé, un gusto del cual culparé a mi madre.
"Tengo tanto miedo que no escucho el corazón, mi alma está sedienta, ya perdió su luz. Qué sola estoy, me miro en el espejo y me pregunto quién soy yo... y nadie que despierte la ilusión".
Sí, definitivamente no estoy pasando por la mejor etapa de mi vida. Cada día me despierto sin ganas de hacerlo. Por alguna extraña razón me ha tocado ver películas sobre tocar fondo y luego resurgir. Todo se ve muy bonito y fácil en las películas, pero la realidad es muy diferente. Sin embargo, hoy mientras paseaba a mi perra un algo me dijo: "Querida, únicamente tienes dos opciones: permaneces viva o te mueres y por lo que veo no te vas a matar (por falta de valor o por lo que sea no lo harás), entonces, si piensas seguir viva no puedes continuar refugiándote en el pasado y llorando a diario, debes re descubrir lo que quieres y hacerlo". No tengo idea si todo eso me lo dijo mi propio yo en un intento desesperado por despertarme del encierro en el que llevo ya varias semanas o si efectivamente fue un "algo". Honestamente, no sé si ya toqué fondo o en qué estación del viaje me he quedado estancada. De pronto mi vida cambió, supongo que los cambios siempre traen consigo una buena carga de miedo. Sin darme cuenta, uno a uno cada recuerdo se está aferrando a mí gritando, arañando, lastimando. Mi ciudad, la ciudad a la que alguna vez pertenecí la están derrumbando y en su lugar están colocando nuevos edificios, plazas, hoteles. Incluso, mi casa, la misma en la que crecí y viví ya no es mía, pronto se rentará, será de otros y ahí se quedarán muchos de mis sueños, tristezas y alegrías, de hecho en la azotea se quedó pendiente una plática.
Lo sé, en verdad comienzo a parecer una mujer mayor que vive de sus recuerdos y no de sus nuevos presentes.
Por lo pronto estoy ahí, en un limbo indefinido... sólo espero que no sea por mucho tiempo más, es decir, si no voy a morir debo encontrar una forma distinta de vivir.