jueves, 1 de abril de 2010

Los versos: esqueletos vivientes

Tenía tantas ganas de escribir, que ya ni siquiera recuerdo cómo se hace; y es que si bien estoy convencida de que no hay una fórmula, también acepto que se necesita una cierta inspiración, una "musa" (o en mi caso un muso). Quizá lo que sucede es lo que decían los futuristas, y nosotros no somos más que simples antenas receptoras de información; información que no todos son capaces de entender y mucho menos de transmitir. Bien, en vista de que no cuento con "muso" y mi antena está fuera de servicio, diré lo primero que se venga a mi cabeza exigiéndole que al mismo tiempo que dibuja una idea sea capaz de redactarla y mandarla a mis manos para que llegue casi intacta a sus ojos. "Puedo escribir los versos más tristes esta noche./Escribir, por ejemplo: La noche está estrellada,/ y tiritan, azules, los astros, a lo lejos". ¿Quién no reconoce estos versos? (umm lamento la pregunta y la ignorancia de algunos). Éste es el momento exacto si quieres dejar de leer esto y ponerte hacer cualquier otra cosa...sobre advertencia no hay engaño... ¿no? ok, continúo...¿en qué estaba? ¡a sí! Los versos, esos esqueletos vivientes que casi siempre van acompañados de fantasmas. (En verdad hoy la noche está estrellada y yo sigo sin saber qué escribir). Quisiera en este justo momento estar redactando un poema cargado de emociones, lágrimas y deseos; pero no es así. Me encuentro buscando el aliciente, el elixir, ese viento que sopla y trae consigo una gran cantidad de metáforas que tiene mucho que decidieron huir de mí. Busco, busco y no encuentro. "Los amorosos buscan[...]/su corazón les dice que nunca han de encontrar,/no encuentran, buscan". A veces cuando te llega el "amor pagano", sientes que todo a tu alrededor se convierte en una cursi canción que tocan cada tres minutos en la radio o si eres más intelectual en un romántico poema de Pedro Salinas. Te transformas, no eres tú, de eso no hay duda. Yo en este momento me siento enamorada de alguien que no conozco y que posiblemente no existe. A él le escribo:"Respiro el aroma que embriaga mis días,/que acaricia mis noches/y desaparece por las mañanas,/porque aun cuando tú no estabas,/ yo seguía sumergida en tu fragancia". El anterior es un aroma ficticio, un aroma ideal, platónico, inexistente. Supongo que a lo largo de mi vida me he creado mi "Beatriz", mi "Dulcinea", mi "Laura", mi "Fiametta" y es por ello que aquí sigo escribiendo versos con destinatario anónimo. "Como para acercarla mi mirada la busca./Mi corazón la busca, y ella no está conmigo". Reafirmo lo que dije, los versos llevan consigo una gran cantidad de fantasmas que se van arrastrando al compás de un réquiem (el que gustes, yo prefiero Mozart), sólo basta con cerrar los ojos, escuchar las notas que se desplazan suave y lentamente hasta tus oídos y traer uno a uno los recuerdos. Es algo así como el micro cuento de Juan José Arreola: "La mujer que amé se ha convertido en un fantasma, yo soy el lugar de las apariciones". Aun después de varios meses, incluso años, las memorias, los lugares, los encuentros, siguen siendo el tema perfecto para cualquier verso que se empeña en succionar cada frágil cenicita que descansaba dentro de ti. Creo que me estoy extendiendo y así divagando me puedo pasar toda la noche. Todo lo anterior surgió de la oscuridad, de la ventana que está frente a mí y la nostalgia de un pasado que convive conmigo todos los días y que marcó una tenue línea entre el mundo ideal y el real. Al final supongo que ellos (los versos), seguirán descendiendo a lo más profundo, a lo más recóndito de nuestro ser para delatarnos en cada momento, para restregarnos lo que fuimos, para presumirnos lo que somos, para sentarse a nuestro lado en cada charla de café.



1 comentario:

  1. Jajajaja, querida, te puse el "No pinches mames" en el mejor sentido.
    Te juro que yo también me he sentido así, escribiendo y escuchando cosas ejem, cosas pss tú ya sabes, medio romanticonas (asu, cómo me costó decirlo!) sin saber bien a bien.
    Digo, según yo tengo a mi Beto, a mi Lauro, a mi Fiametto que dice que quiere ser una vaca como las de su farm, pero pss como que no cuenta... debe haber recriprocidad, ¿o no conviene esta situación más al ideal?
    En fin, la poesía y la música son tuyas. Lograste mencionarlas y expresar lo que te causan en una sola entrada. Eso es de admirarse. Ahora, basta de charla y compónlas en el aire...

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